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Sueños de una Nación / 2017-2021


¿Es esto verdad? (...) 

Todo lo que es verdadero dicen que no es verdadero

Nezahualcóyotl. Romances de los señores de la Nueva España

 

¿Pensáis que hay ahora otro Mutezuma, para que haga lo que vosotros quisiéredades?

Hernán Cortés. Cartas de Relación


 

Sueños de una Nación constituye una revisión poética sobre las complejas relaciones históricas entre el pasado y el presente del país, que resurgieron con las mitografías, alegorías, aspiraciones y decadencias, de las celebraciones del Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución en el año 2010; y que este 2021 -año laudatorio para el país- en que se pretenden enunciar 700 años de la fundación de Tenochtitlán, 500 años del encuentro entre dos culturas y 200 años de la Independencia[1]continúan dividiendo México constantemente desde distintas representaciones entre un "real" y su "doble".[2]De esta manera se inicia un cuestionamiento principal a determinar, tal como escribiese Octavio Paz sobre México: ¿cuál es el original y cuál el fantasma?

 

A partir de la celebración del Bicentenario en 2010, se develaron más claramente los fantasmas históricos bajo los que algunos arquetipos de lo mexicano se enaltecieron y en otros casos se resquebrajaron. Se enfatizó que México opera bajo un doble sistema representacional en su política nacional; una en la que se presenta una imagen mitificada, y otra, en decadencia pero llena siempre de aspiraciones. Octavio Paz apunta en su Crítica de la Pirámide, que el territorio mexicano es un país de dualidades que tiende a la forma piramidal, un territorio desarrollado en la punta y subdesarrollado en la base; un México visible y otro invisible donde "el pasado reaparece porque es un presente oculto". La tesis de Paz radica en que México es víctima de sus propias reiteraciones de opresión y maniqueo de clase, fantasmas nacidos en su origen como país; y que es con la conquista, que este proceso vino a reforzarse. En ese mismo sentido, el historiador Eric J. Hobsbawm considera que la conformación histórica de "Nación" se ha constituido desde "fenómenos duales"; es decir, construida esencialmente desde arriba, pero que no logra entenderse sin ser analizada desde abajo[3].  

 

El Bicentenario nos hizo cuestionar los complejos entramados escenográficos en los que México se ha desarrollado como nación independiente, a través de arquetipos de lo mexicano emitidos por el Estado de manera clara: la exaltación del pasado indígena glorioso, el paisaje como cuerno de la abundancia, el desarrollo arquitectónico como síntoma de modernidad, la mitificación de los héroes de la patria y la arqueología como fuente de identidad.

 

El proyecto profundiza en el estudio de la arquitectura y ornamentación de espacios políticos del país, principalmente palacios de gobierno y municipales, como una exaltación épica de lo nacional. Se retratan a su vez espacios que dan cuenta del crecimiento político y moderno que ha constituido el desarrollo del país; junto a aquella otra modernidad a la que aspira México pero que con frecuencia es derruida y se muestra dentro proyectos inconclusos o transformados de su función original, una clase de palimpsesto político, donde quedan inscritas las diferentes capas geológicas de la política mexicana. 

 

Resulta evidente que cuando hablamos de nociones fundacionales para la Nación -como es el caso de la arqueología mexicana- no sólo se involucran edificaciones históricas prehispánicas, sino también las comunidades que les rodean y son ignoradas la mayor parte de las veces; mismas sobre las que se construyen grandes proyectos arquitectónicos que terminan por generar múltiples conflictos. Tal es el caso del Centro Cultural Mexiquense Bicentenario en Texcoco (inmediaciones de Coatlinchán donde fue extraído el Tláloc del MNA), el Palacio de la Civilización Maya en Popolá (proyecto en abandono que durante el Bicentenario perseguía generar un turismo internacional rentable dentro del sureste mexicano), o el Gran Museo del Mundo Maya en Yucatán (institución que generó un conflicto presupuestal en vísperas del Bicentenario). Los valores patrimoniales de las naciones, son mediados por diversas investiduras e instituciones que obedecen a políticas públicas dentro de su propia geografía, y periodos de tiempo significativos que nunca son neutrales; así como también a grandes proyectos globales.[4]En la actualidad el proyecto arqueológico de la Nación se complementa con una serie de museos destinados a estudiar o difundir el patrimonio cultural; sin embargo, en algunas ocasiones, los museos locales se constituyen de materiales ausentes o réplicas espectaculares que sustituyen sus originales resguardados de manera aurática dentro de recintos de las grandes metrópolis; haciéndonos pensar de qué manera la construcción del discurso histórico se otorga desde ciertas posiciones de poder; enfatizando la pregunta: ¿a quién pertenece el pasado?


Dentro del sureste mexicano, por ejemplo, se pretendió erigir en los albores del Bicentenario, el denominado "Plan del Mundo Maya", que, iniciado por gobiernos anteriores, perseguía mediante la construcción de hoteles y resorts, generar una economía contundente para las empresas transnacionales más allá de los intereses culturales o naturales que pudiesen aportar al sureste mexicano o sus comunidades
[5].Estas ficciones deslumbrantes, arrasaron con tierras de campesinos, quienes muchas veces se vieron forzados a venderlas. Por tal motivo, estos "paraísos idealizados" se ven reflejados simbólicamente en sutiles escenografías hechas a escala; entre los que aparece la "piscina turística"; aquella ensoñación perfecta que opera como símbolo de recreación y que sustituye la penosa destrucción de tierra y agua, en aras de una supuesta modernidad y prosperidad turística.

La creación de parques nacionales persigue exaltar la tierra como elemento fundacional. La producción del paisaje como "cuerno de la abundancia", se generó con el nacionalismo criollo y posteriormente con las investigaciones que realizó en el país Alejandro de Humboldt, permitiendo en el siglo XIX y XX al Estado mexicano, la construcción del territorio como emblema de fertilidad y riqueza simbólica bajo la cual sustentar la Nación.  Tal es el ejemplo del histórico "Parque la Venta" en Tabasco, que mediante un guion museográfico de Carlos Pellicer utiliza importantes piezas arqueológicas recreando el ambiente de la cultura Olmeca. Siguiendo la tradición de grandes proyectos "naturalmente artificiales", durante el Bicentenario se fundó el Parque Bicentenario en Ciudad de México, que pretendió ser el segundo Bosque más grande de México después del histórico Parque de Chapultepec, y que fue realizado sobre la antigua Refinería de Pemex. Actualmente, el gobierno trabaja en la construcción del Parque Ecológico de Texcoco sobre lo que fuese el Nuevo Aeropuerto Internacional de México, el cual se prevé abrirá en 2021.



Dentro de la investigación se revisa también la construcción del "protocolo político" a través de documentación de salas de cabildos, salones de presidentes, recintos de acuerdos, auditorios municipales, plazas públicas y memoriales históricos, donde se comprenden públicamente nociones tan importantes como la escritura oficial de la política nacional, la canonización y el uso de los héroes como elemento patriótico y gesto fundacional. La vigencia al día de hoy del protocolo político radica en su utilidad como gesto de "personificación" aquel que, mediante la obtención de una carga cuasi divina, otorga el nivel más alto a un soberano en la escalinata sociopolítica; acto en donde su representación alude a un símbolo de identidad. Por tal motivo aparecen múltiples universos imaginarios que replican la necesidad de crear la "personificación del héroe": el presidente municipal, el gobernador, el conquistador, el descubridor, etc; enmarcando la escritura de la historia como lo anoto Walter Benjamin en su Tesis para la Historia, desde una victoria de los dominadores, quienes terminan perpetuando en sus herederos el lugar vencedor en la historia, dejando fuera de los relatos históricos a la gran mayoría. 

 

La historia de nuestros héroes está cargada de perdidas, de olvidos y tergiversaciones. A lo largo del tiempo han aparecido polémicos hallazgos como los huesos de Cuauhtémoc, los restos de Hernán Cortés o las osamentas de los niños héroes; así como recientemente los restos de la poetisa Sor Juana Inés de la Cruz; que deambulan entre el mito, la desaparición y su negación como parte de la escritura histórica. Aunque algunas de estas situaciones desaparecen casi de manera imperceptible en la realidad nacional, dentro del proyecto se alude a escenografías que funcionan a manera de espejo, y que permiten recrear su presencia intentando llenar su vacío en la conciencia nacional. 

 

A lo largo de la investigación surge un grupo de cuestionamientos: ¿Cómo se constituye la relación identidad-patrimonio de una Nación dividida ideológicamente entre Estado-comunidad, modelos nacionalistas, debates institucionales, mitos e indigenismos? ¿De qué manera una visión reciente del pasado podría reconfigurar la valoración que tenemos de los hechos históricos? ¿cómo afecta a la conciencia nacional el construir el patrimonio histórico desde lo local y nacional, lo público y privado, la copia y lo original, lo efímero y perdurable, lo valioso e insignificante? Para el antropólogo Guillermo Bonfil el problema es de corte histórico resultado de cinco siglos dentro de una disputa ideológica; ya que, "lo Indio" a lo que él llama el "México Profundo", se opone al "México Imaginario", un país minoritario erigido bajo cimientos occidentales. Mientras uno de estos dos proyectos civilizatorios distintos persiga orientarse hacia el desarrollo, terminará negando necesariamente al otro.[6]




Humberto Ríos, junio 2021



[1]El Gobierno en turno ha manejado estos planteamientos históricos para llevar acabo las efemérides del año 2021, como una celebración conmemorativa de relevancia nacional; sin embargo, académicos e historiadores, discrepan con algunas de las fechas propuestas. 

 

[2]Por medio del despliegue filosófico, se propone comprender algunas contradicciones históricas en la "representación" de la Nación mexicana. Las investigaciones de Rosset respecto a "lo real" entendido como aquello que existe, un hecho demasiado "inmediato" del que poco puede interrogarse y que genera una cierta ansiedad por su frágil condición dispuesta a desaparecer; hace de "un doble", la ilusión , una creencia de que se puede ver algo distinto a lo que realmente se ve en los hechos; de este modo, el hombre construye futuros o pasados por medio de "un doble de lo real" para crear un espacio de proyección más amplío sobre los hechos: Clèment Rosset, Lo real y su Doble, Ensayo sobre la Ilusión, Hueders, Santiago de Chile, 2015.  Por su parte Miguel León Portilla estudia en la filosofía náhuatl y cantares mexicanos (algunos atribuidos a Nezahualcóyotl) los primeros cuestionamientos sobre nociones de "verdad y raíz" de todo lo existente del mundo náhuatl , lo que revela un "origen nacional" que presenta conciencia y cuestionamiento sobre lo que es "real" y lo que es "su doble": Miguel León Portilla, La filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes, UNAM-Colegio Nacional, México, 2018. Sirvan estos dos ejemplos como algunos de los múltiples que existen, para comenzar a desentrañar palabras como las que enuncia Octavio Paz en su "Crítica de la Pirámide", para entender el mundo de apariencias y fantasmagorías en que se desenvuelve la representación nacional.

[3]Eric J. Hobsbawm, Naciones y Nacionalismo desde 1870, Primera Edición, Booket, México, 2020

[4]El historiador Jacques Le Goff, determina el término "periodización" como una circunstancia elemental en la que la historia se divide temporalmente para su conformación y estudio, proceso que no resulta en un hecho neutro, ya que demuestra la necesidad humana por controlar el tiempo: Jacques Le Goff, ¿Realmente es Necesario Cortar la Historia en Rebanadas?, Fondo de Cultura Económica, Ciudad de México 2016.

[5]El investigador Iván Francoen su libro¿Quiénes lucran con el patrimonio cultural en México?, Edición UnasLetras, 2011; realizó una descripción de la manipulación y destrucción que se hace del patrimonio nacional debido al denominado Estado Transnacional.

[6]Guillermo Bonfil Batalla, México Profundo, Una civilización Negada, Primera Edición, Fondo de Cultura Económica, México, 2019 




"Proyecto realizado con apoyo del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (Fonca)"

Sistema Nacional de Creadores de Arte